El Cádiz Club de Fútbol sigue demostrando que regresó a Primera División por la puerta grande. Porque ni siquiera con nueve jugadores -ambos expulsados en la segunda parte- los de Cervera bajaron, o dieron síntomas de bajar los brazos en el templo vasco. La constante guardia del examarillo, de la Unión Deportiva Las Palmas, Juan Cala demostró ser clave, una vez más, para los gaditanos. Tanto en el resultado, sin goles en contra y con uno a favor gracias a Unai López, como en la actitud sobre el terreno de juego. Propiciando, todo este factor guerrero, la primera victoria en la historia del Cádiz en San Mamés.
Un Juan Cala que ya cuenta con 6 de los 12 puntos posibles; dos puntos menos de diferencia comparados con los que logró, en su primera instancia en Gran Canaria, en Segunda División. Época cuyo “finiquito” terminó siendo el cese de Manolo Jiménez con el equipo canario. Y en zona Play-Off de Ascenso. Hecho del que se acordaría, por supuesto, el propio Cala meses después. Concretamente el 6 de junio de 2019, cuando admitió “no entender la destitución de Jiménez”.
La claridad del defensa andaluz a la hora de expresarse, siendo todavía jugador de la UD, gustó a buena parte de la afición canaria. Y, por ello, es más que posible que muchos seguidores del combinado dirigido por Pepe Mel, ahora hagan un esfuerzo de memoria, se acuerden y se paren a pensar, de nuevo, en la importancia de un profesional sin pelos en la lengua. Conciso. Con la justa información. Y sin miedo a hacer autocrítica. Propia o general. Del equipo. De su equipo. Porque así, para muchos, fue Cala en suelo insular.